Manuel Cabieses comienza a desarrollar su vocación periodística desde su adolescencia junto al trabajo sindical para luego comenzar su carrera en el periódico Las Noticias de Última Hora, con cuyo editor, Mario Díaz fundó la revista Punto Final en 1965. La idea era crear un medio periodístico independiente, sin censura y que entregara a sus lectores la información suficiente para desarrollar un pensamiento y juicio propio. El nombre de la revista se vincula directamente con la intención de publicar reportajes en profundidad sobre temas de interés público hasta agotarlos, es decir, hasta el punto final.
El primer número fue publicado el 15 de septiembre de 1965 y durante sus primeras ediciones fue un folleto con un solo tema tratado. Es por influencia de Jaime Barrios Meza, un economista y ex militante comunista, que Punto Final se transforma en una revista quincenal con diversas secciones. En palabras de Cabieses “Fue Jaime el que se propuso hacer de Punto Final una revista que sirviera de tribuna a las ideas revolucionarias en Chile. No recuerdo exactamente como lo dijo pero fue el verdadero padre de Punto Final”. (Cabieses, 2015:51)
Tras este giro editorial, Punto Final comienza a perfilarse, con Manuel Cabieses a la cabeza como director, como un medio de información al servicio de los intereses revolucionarios del pueblo, enfatizando que “si bien nuestro pueblo no necesita de tutores que encuadren la dirección de sus luchas, ni de pontífices que digan la última palabra, hay urgencia de entregar antecedentes que actúen como factores estimulantes del combate.”(Cabieses, 2015:53)
Dada la militancia de Manuel Cabieses en el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y la publicación de documentos y reportajes sobre el partido, entre ellos la primera entrevista realizada a Miguel Enríquez como su secretario general, se señaló a Punto Final como una revista del MIR. Pero, según señala Cabieses, “lo que ocurrió fue que la línea editorial e informativa se fue haciendo cada vez más coincidente con las políticas del MIR y otros sectores de la izquierda radicalizada de Chile y América Latina.”(Cabieses, 2015:67)
Por sus páginas pasaron destacados periodistas, entre ellos José Carrasco Tapia, asesinado en dictadura, Lucía Sepúlveda y Máximo Gedda, detenido desaparecido desde Londres 38 durante su funcionamiento como centro clandestino de detención entre 1973-1974. Tras el golpe de Estado de 1973, las oficinas de Punto Final ubicadas en Unión Central 1010 fueron allanadas y destruidas por militares, quemando el archivo que contenía centenares de fotografías y documentos de la izquierda chilena. (http://www.puntofinal.cl/894/historia.php)
Por su militancia mirista y miembro del Comité Central, Cabieses fue detenido el 13 de septiembre de 1973, pasando por distintos centros de detención como el Estadio Nacional, Chacabuco, Puchuncaví y Tres Álamos, debiendo salir a exilio. Finalmente ingresa clandestinamente al país en 1978 el marco de la Operación Retorno, estrategia definida por el MIR en el exterior que trajo de vuelta a un número importante de militantes para dar continuidad a las luchas contra la dictadura militar.
La revista es clausurada por 16 años y vuelve a circulación el 15 de agosto de 1989.. Desde esa fecha, la revista sigue en circulación hasta su cierre definitivo el año 2018. Durante los años de la transición, Punto Final se posicionó como un espacio crítico de la nueva realidad neoliberal chilena.