Nace en Valparaíso, el 27 de septiembre de 1923, de profesión contadora, contrajo matrimonio con Jorge Reyes, con quién tuvo cuatro hijos. El tercero de ellos, Sergio, fue detenido y desaparecido por agentes de la DINA el 16 de noviembre de 1974, a sus 26 años. Desde aquel episodio, Magdalena emprende una ardua lucha por conseguir verdad y justicia, exigiendo información sobre el paradero de su hijo y denunciando los crímenes de la dictadura civil militar chilena tanto a nivel nacional como en el extranjero y organismos internacionales.
Siendo una persona ligada a la vida religiosa Magdalena se acerca tempranamente al Comité de Cooperación para la Paz, conocido como Comité Pro Paz, en búsqueda de orientación y apoyo. Cuando el 11 de noviembre de 1975, el general Augusto Pinochet solicita la disolución del Comité, Magdalena al igual que los familiares de personas que se encontraban desaparecidas se continúan organizando en la Vicaría de la Solidaridad, creado por el Arzobispo Raúl Silva Henríquez y sucesor del Comité.
La búsqueda personal se transforma en quehacer colectivo, Magdalena es activa participante de las diversas acciones emprendidas y una de las fundadoras de la Agrupación de Familiares Detenidos Desaparecidos (AFDD), se integra a diversas y significativas protestas en contra del régimen de Pinochet, tales como la huelga de hambre en junio de 1977, el encadenamiento en la CEPAL en noviembre de 1978 o el encadenamiento al edificio del ex Congreso en abril de 1979.
En 1975 la dictadura lleva a cabo la llamada “Operación Colombo”, un complejo montaje comunicacional que consistió en la publicación, a partir del 15 de julio de 1975, de dos listas, una de 60 personas y otra que incluyó otros 59 nombres. Las nóminas sumaban un total de 119 personas que, según se informaba, habían muerto en el extranjero producto de disputas al interior de las organizaciones políticas a las que pertenecían. A raíz de este montaje y su impacto se crea el Colectivo 119 de familiares y compañeros, del cual Magdalena también forma parte activa.
En la década de los ochenta Magdalena continúa participando activamente como miembro de la AFDD, en diversos encuentros, como los organizados por la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM). En 1983 es invitada a Europa a denunciar la situación de los derechos humanos en Chile. Como parte del Colectivo 119 participa en diversas actividades de protesta por la recuperación del ex centro de detención y tortura Londres 38, del que una vez convertido ensitio de memoria es parte de su directorio.
Hasta la fecha Magdalena está presente en numerosas actividades de conmemoración por las víctimas de las violaciones de los derechos humanos.