"Me fuí a presentar a la radio Nacional, tenía que tomar la conducción ya que yo encabezaba las tareas de comunicaciones. En cuanto llegué supe que nos habían volado la antena y que estábamos sin posibilidad de llegar al medio público. Teníamos nosotros un compromiso que era reproducir un discurso que grabó Miguel Enríquez en una cinta, ese discurso daba las instrucciones del MIR para el caso de un golpe" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Al principio, los mismos campesinos atendía,n pero después pusimos cajera, ordenamos los mesones donde se ponían las verduras. Yo me fuí a vivir a lo que eran las oficinas del matadero. Ahí pusimos mi casa porque éramos los cuidadores. Poco antes del mes ya llegaban cantidades de productos: verduras, conservas de la Copihue y de Pelark, también llegaban huevos y pollos." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"La única noción que tengo de niña de haber vivido con un papá desaparecido es a los ocho o nueve años. Vivíamos en los alrededores de París, en el primer piso de unos edificios. Yo tenía un gato llamado Misigri. Era bien callejero: entraba a la casa, salía de la casa, se iba de noche y volvía. Se iba una semana y volvía, y así se la llevaba. Pero un día en esas escapadas, el gato no volvió" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Luego entré a Filosofía en la Católica. En ese tiempo hicimos gasrtas cosas. Una de las tareas tenía que ver con formas comités de resistencia y formaron varios allí. Había que dar conducción a esos grupos y mantenerlos, reunirse, informarlos. Producir "El Rebelde", nuestro periódico, venderlo y organizar acciones de propaganda" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Ya llevaba varios meses fuera de la casa sin ver a mi madre. Entonces, se me ocurrió la mala idea de ir a ver a mi familia y en la casa estaban esperando que yo llegara. Así de simpe. No estaban esperando adentro, pero habían hecho un operativo en el barrio" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Siempre tenía la impresión de que se habló poco del tema de mi papá, aunque cada vez que ahora reclamo por lo poco que se habló, me dicen "pero tú sabes, no era un tema fácil". Tengo la sensación de que siempre tuve un papá desaparecido, para mí estaba muy normalizado. Otros niños tenian un papá abogado, yo tenía un papá desaparecido." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Los que estaban por toque de queda habían entregado su carnet de identidad, por eso sabían los nombres y entregaron la lista por los parlantes. Yo el mío lo tenía en mi bolsillo. Dí mi nombre y me dicen "no, no está en la lista. Van a haber otras después", así que volví a sentarme" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Tomé mi arma, que era un arma bastente grande, una Colt Super Auto, calibre 38 de balas largas, y me eché una caja de balas. Me puse mi chaquetón y no tenía vehículo, así que me fui colgado de un trolley hacia el centro de Santiago, donde me fui conlgado, incluso, sobre el parachoque" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Se nos ocurrió rayar todas las micros con esto de que viene el contragolpe. No teníamos ni plumones, así que con lápices de cera hacíamos los rayados. Ni siquiera podíamos conceptualizar el tema de levantar un mural, solo sabíamos que algo había que hacer" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).