Artículo aparecido en Revista Lea de Buenos Aires acerca de la muerte de 60 personas, atribuida a luchas internas de facciones de izquierda después del Golpe Militar de 1973. Se cita como ejemplo la muerte de Eugenio Lira Bassi, ex director del Diario "Puro Chile". y se da nómina de los identificados. Se puede leer también el artículo "La única verdad es la realidad", sobre conexiones internacionales de los movimientos de izquierda chilenos en la clandestinidad con otros grupos similares.
Nota del diario La Tercera de Santiago, sobre el reconocimiento de dos cuerpos en los suburbios de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, correspondientes a Luis Alberto Wendelman Snik de 26 años y Jaime Eugenio Robostán Bravo. Según informa el medio de prensa, tal acontecimiento pone de manifiesto que quienes figuran como desaparecidos habrían salido clandestinamente del país.
Nota de prensa del diario Las Últimas Noticias, sobre el reconocimiento de dos miristas identificados como Luis Alberto Wendelmann Wisnick y Jaime Eugenio Robostam Bravo quienes habrían sido asesinados por sus propios compañeros de militancia tras ser encontrados con un letrero de "traidores", según sostiene el medio de prensa.
La ex directora del área Derechos Humanos del Ministerio de Defensa Argentino, visitó el espacio de memorias Londres 38 y mantuvo una conversación con el equipo de comunicaciones. Sobre la reparación de la memoria histórica, la voluntad política y su trabajo con abrir los archivos podrás enterarte en esta entrevista.
El familismo y el maternalismo son criterios centrales de la atribución de legitimidad de la palabra pública en la Argentina post-dictatorial. Durante la dictadura (1976-1983), tanto los militares como el movimiento de derechos humanos utilizaron la matriz familiar para interpretar su lugar en la confrontación política. Las definiciones familísticas dominaron las organizaciones de derechos humanos (Madres, Abuelas, Familiares, Hijos/as y Hermanos/as). A su vez, las pruebas de ADN para identificar niño/as secuestrado/as dieron a la genética un lugar privilegiado para expresar demandas basadas en la condición de víctima. Esto plantea preguntas inquietantes sobre la relación entre estos criterios y la conformación de una noción amplia de igualdad ciudadana.