"La única noción que tengo de niña de haber vivido con un papá desaparecido es a los ocho o nueve años. Vivíamos en los alrededores de París, en el primer piso de unos edificios. Yo tenía un gato llamado Misigri. Era bien callejero: entraba a la casa, salía de la casa, se iba de noche y volvía. Se iba una semana y volvía, y así se la llevaba. Pero un día en esas escapadas, el gato no volvió" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Un día al llegar del colegio a la casa, estaba mi mamá muy contenta esperándome y me dice: "Natalia, adivina quién volvió que no venía hace tiempo"" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Yo no se lo dije hasta mucho tiempo depués, pero lo primero que pensé en ese minuto, es que habia vuelto mi papá. Pero ahí mi mamá me contó que el que había vuelto era el gato" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Entonces recuerdo haber salido a encontrarlo, estaba emocionada. Deduzco hoy día que si no le dije nada en ese momento, fue porque yo tenía conciencia de que no era un tema fácil." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Bueno yo estaba bastante influenciado con la revolución Cubana, y todo esto que era de discusión permanente. Entonces, para nosotros siempre la militancia revolucionaria, era revolucionaria en todos los sentidos de la palabra, no solamente de cambiar el sistema político económico, sino que muchos mas allá de eso. En general, nosotros éramos bastante mas progresistas que el resto de los jóvenes, en la música, en la pintura, en las cosas que nos interesaba. Entonces para mi era como un refresco de lo añejo que había en ese momento." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Ya llevaba varios meses fuera de la casa sin ver a mi madre. Entonces, se me ocurrió la mala idea de ir a ver a mi familia y en la casa estaban esperando que yo llegara. Así de simpe. No estaban esperando adentro, pero habían hecho un operativo en el barrio" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Salgo corriendo, tomo una micro, pero me siguieron todo el tiempo. Hasta que me bajé, me bajé en el centro, me metí a un lugar para llamar por teléfono y avisar que me estaban siguiendo. Y ahí me tomaron, me van pegando y me van diciendo "ahora vay a ver lo que te va a pasar", "te vamos a matar"" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Entonces, me fui pensando en una historia, que historia podría contar yo que fuera relativamente coherente" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Por eso digo hay cosas que por el hecho de ser el primero me perjudicaron y otras, paradójicamente, me salvaron la vida. Porque si hubiera pasado tres o cuatro meses después, simplemente te desaparecen no más. Entonces, me amarran con alambres de púas para hacer bien bestial el asunto. Ahí me llevan a San Bernardo y me tiran en un sitio eriazo. Dicen que tiraron junto a mi a otro compañero que le dicen Antonio, que no sobrevivió" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).