Nota sobre el velorio y funeral de Pablo Vergara, quién falleció en una explosión en Temuco en noviembre de 1988

Reportaje sobre Agustín Martínez Meaz, militante del MIR, detenido y desaparecido desde el 1 de enero de 1975. Se expone el relato de su madre Emilia Meza, miembro de la AFDD

Fotografía del rostro de Edwin Van Yurick Altamirano, estudiante de Pedagogía en Historia. Estaba casado con Bárbara Gabriela Uribe Tamblay, ambos militaban en el MIR y vivían en la comuna de Ñuñoa. El 10 de julio de 1974, fueron detenidos en distintas horas por agentes de la DINA. Además de su paso por Londres 38, ex detenidos sobrevivientes señalan que la pareja estuvo prisionera en Cuatro Álamos.

Fotografía de rostro de Eduardo Alejandro Campos Barra, nacido en La Serena. Estaba casado, era técnico automotriz y militaba en el Frente de Trabajadores Revolucionarios del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Fue detenido el 13 de septiembre de 1973, a la edad de 29 años. La Ministra en Visita Extraordinaria de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes, dictó una sentencia de primera instancia que establece que la desaparición tuvo lugar el 14 de septiembre de 1973, cuando soldados de la Compañía de Morteros de la Escuela de Infantería de San Bernardo lo hicieron desaparecer en el río Maipo.

Fotografía de Eduardo Enrique Alarcón Jara en bicicleta donada por María, su esposa, quien recuerda que Eduardo solía transportarse en bicicleta al trabajo en la Fábrica de Cierres Bulldog desde su casa en Estación Central.

Nota sobre declaración pública realizada por los militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Humberto Menanteau Aceituno, Cristián Mallol Comandari, José Carrasco Vásquez y Héctor González Osorio, luego de que fueron detenidos, torturados y forzados a declarar, por parte de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). En la declaración (Montaje articulado por la DINA y trasmitido por radio y televisión), los detenidos se refirieron a la situación crítica del MIR, entregaron una lista de los militantes muertos, detenidos y supuestamente exiliados, e hicieron un llamado a “deponer las armas”.