Fotografía de rostro de Gerardo Rubilar Morales, poblador de La Legua y militante del Partido Comunista. Detenido el 25 de enero de 1974, a los 25 años, por agentes de la DINA. Durante esos días también se detuvo a su hermano Ernesto Guillermo Salamanca Morales. Anteriormente ambos ya habían sido arrestados permaneciendo 23 días en el Estadio Nacional. Hoy permanecen desaparecidos.

Fotografía de Iván Carreño Aguilera, hijo de Manuel Carreño Navarro. Estudiante de primer año de enseñanza media en el Liceo Nº 12 de la población El Carmen, comuna de Conchalí y militante de las Juventudes Comunistas (JJ.CC). El 13 de agosto de 1974, a los 15 años, fue detenido en su domicilio por efectivos de la DINA junto a su padre.

Fotografía tipo carnet de Juan Maturana, militante comunista, quien fue secretario de la zona oeste de las juventudes del partido, participando durante la Unidad Popular en la Junta de Vecinos y en la Junta de Abastecimiento y Control de Precios (JAP) de la Villa Presidente Kennedy.

Fotografía de rostro de Juan Maturana Pérez, propietario de “Rodamientos Maturana”, ubicado en la calle 10 de julio, el cual se constituyó en su fuente de trabajo.

Fotografía de rostro de Pedro Rojas, militante comunista ejecutado en el llamado Plan Leopardo en 1973 junto a otros pobladores y militantes de La Legua.

Fotografía tipo carnet de Pedro Rojas, obrero de la empresa Sumar y militante del Partido Comunista, participó en el Comité Local Galo González de la población La Legua.

Fotografía de Manuel Carreño Navarro, militante del Partido Comunista y poblador del sector El Carmen en Conchalí. Padre de Iván Carreño Navarro con quien fue detenido el 13 de agosto de 1974.

Fotografía de Sergio Riveros, tipógrafo en Talleres Gráficos Niemont, militante del Partido Comunista y padre de dos hijos, uno de los cuales aparece en la imagen.

Se presenta desde un enfoque sociobiográfico la trayectoria de siete militantes comunistas, activos protagonistas de la resistencia del 11 de septiembre de 1973 en la población La Legua. Por su disposición a enfrentarse a la dictadura, en diciembre de ese año fueron detenidos y llevados a Londres 38 cinco de ellos -Carlos Cuevas, Luis Canales, Pedro Rojas, Luis Orellana y Patricio Gómez-, siendo posteriormente asesinados en un falso enfrentamiento. En enero de 1974 otros dos de los militantes, los hermanos Gerardo Rubilar y Ernesto Salamanca, fueron detenidos y hechos desaparecer desde Londres 38.